Mi parto I #MisterEric

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No os imagináis las ganas que tenía de sacar un rato para contaros cómo fue mi parto. Habéis estado TAN pendientes de mi en Instagram que os lo debía. También me lo debía a mí misma, por un lado, para dejar constancia de esos momentos únicos y poder releerlo y recordar SIEMPRE y, por otro lado, para mostraros estas fotos. Creo que transmiten tanto que es injusto que me las quede para mí. Como una de vosotras me dijo el otro día: «Gracias a estas fotos creo que todas podemos ver la cara que pusimos al ver a nuestros pequeños». Estas fotos son mi tesoro más preciado y fueron posibles gracias a mi amiga Ruth de Limalimón. A ambas nos apetecía mucho poder fotografiar este momento y finalmente fue posible, gracias a una serie de circunstancias y casualidades (en otros países es muy común fotografiar partos, en España es más complicado). Erico y yo le estaremos infinitamente agradecidos por todo. Por pasar en el hospital 10 horas sin moverse de la silla, sin comer, paciente, expectante. Por entrar, sigilosa, prudente, profesional como ella es. Por su trabajo, que no tiene palabras. Y, sobre todo, por emocionarse como lo hizo. Ruth es increíble. Y ahora sí, os cuento cómo fue mi parto.

Ya sabéis que Marta nació por cesárea. Os dejo los posts recordando su parto AQUÍ y AQUÍ. Los médicos me informaron bien de las posibilidades de un parto natural con una cesárea previa (esto os lo contaré detalladamente en otro post) y Erico y yo decidimos probar e intentar un parto vaginal. Era viernes 28 de septiembre, 3 días antes de mi fecha probable de parto. Habíamos pasado la tarde de compras, merendando en un parque de bolas, corriendo detrás de Marta… Sin ningún síntoma. Nada que presagiase que, esa misma noche, comenzaría todo a una velocidad vertiginosa. Por la noche, me tumbé con Marta en su cama para leerle un cuento y dormirla, eran las 22h30 de la noche y ahí llegaron las primeras contracciones. Erico había preparado unas pizzas y, cuando Marta se durmió, las tenía listas en la mesa. Las contracciones continuaban, cada vez más frecuentes; molestas pero no dolorosas. Cené algo y nos tumbamos en el sofá. Cada vez más contracciones, cada 10 minutos, cada 7, cada 3, cada 5… Frecuentes pero irregulares. Erico se fue a dormir porque Marta se despertó con una pesadilla y se quedó con ella en su cama. Yo continué despierta, ya que cada vez eran más dolorosas, viendo «Solo en casa 2» que era la peli que hacían en la tv en ese momento :). Iba de la pelota al sofá, me paseaba por el pasillo, me tumbaba en la cama… A las 4 de la mañana no aguantaba más el dolor, desperté a Erico que me ayudó en el trabajo de parto, masajeando los riñones mientras llegaba una contracción y tranquilizándome. Como no tenía claro si aquello era ya «el inicio» pero tampoco quería arriesgarme (el Streptococco me salió positivo y tenían que ponerme antibiótico) decidí llamar a mi padre para que me acercase al hospital. Así, si me hacían volver a casa, no habíamos movido mucha logística con Marta. Antes de las 5h30 estaba en el hospital.

En cuanto la matrona me hizo un tacto me dio una noticia que me dejó alucinada: «dilatada de 4cm y medio y cuello del útero borrado. Estás de parto, ya te quedas. Si quieres la epidural te pido ya el análisis de sangre». No me lo podía creer. Con Marta la dilatación fue muy lenta. Me quedé ingresada dilatada de 2 cm después de dos días de contracciones. En este caso, fue todo mucho más rápido. Mi madre se fue a nuestra casa con Marta y Erico se vino con las bolsas al hospital. En la segunda parte del parto, que publicaré en unos días, os contaré que una de mis mayores preocupaciones era Marta. Cómo organizarnos con ella durante mi ingreso, ya que nunca se ha quedado a dormir con nadie y queríamos mantenerla dentro de su rutina lo máximo posible.

Erico llegó y me pusieron la epidural. Hasta entonces había estado sentada en la pelota en la habitación. Una vez epidural puesta, me quedé en la cama. Lo bueno de este hospital es que la habitación donde estás todo el proceso de dilatación es la misma del expulsivo, no te trasladan a un «paritorio» por lo que todo resulta más íntimo y acogedor. La epidural ralentizó un poco la dinámica de parto, por lo que me pusieron un poco de oxitocina para volver a coger ritmo. También os diré que la epidural no me hizo efecto al 100% y la mitad derecha del cuerpo no la llegué a tener totalmente anestesiada. Me pusieron dos bolos más de anestesia, que me ayudaron un poco, pero tuve ratos duros de contracciones muy fuertes. Aún así, aunque algo más lento, el proceso de parto continuó hasta estar en dilatación completa y Eric colocado perfectamente. Tras varios episodios de pujo, a las 16h37, llegaba al mundo. CONTINUARÁ…

Y ahora sí, las fotos… Espero que os gusten 🙂

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5 comentarios en “Mi parto I #MisterEric

  1. Rebeca dijo:

    Sin duda el mejor post que has hecho, Gema.
    Antes te seguía en Instagram, pero me he deshecho de la cuenta para «desintoxicarme» de las redes sociales…así que, ahora veo tu perfil de vez en cuando desde internet. Cuando nació Eric quise felicitarte pero, no podía. Qué mejor que hacerlo en esta entrada: tan bonita, especial e inédita!
    Enhorabuena por esa familia tan maravillosa y por este post tan emotivo. Son las mejores fotos que he visto en mi vida. Sin duda, la fotógrafa tiene un don!
    Un biquiño y a disfrutar de tan adorable familia (:

  2. unarmarioenelnorte dijo:

    Me he emocionado. Es ver las fotos y me he trasladado a mi parto. Todo compensa con el momento de tener por primera vez a tu bebe en los brazos.
    Deseando ver la segunda parte
    Besos familia

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