
Buenos días! Siendo sincera os confesaré que o tenía intención de publicar este post, ya que tengo muchas entradas en el blog hablando de Londres, de qué ver en la ciudad en Navidad, de dónde alojarse… Además la semana pasada os compartí diez planes gratuitos para hacer con niños en Londres. Pero me consta que muchas vais a viajar en los próximos días y me habéis pedido que os cuente cuál fue nuestro planning la última vez que estuvimos en Londres. Así que, vamos allá.
Llegamos a Londres el día de Nochevieja bastante tarde. El avión tenía previsto el despegue sobre las 16:00 y se retrasó, tuvimos que elegir ese horario porque Erico trabajaba hasta el día de antes. Por eso, aunque habitualmente optamos por los servicios de transporte que ofrecen los aeropuertos, en este caso contratamos un coche privado. No nos queríamos arriesgar a que hubiera reducción de servicios por ser el día que era, o llegar demasiado tarde. Nuestro alojamiento fue ESTE en Queens Park. Si optáis por algún alojamiento de esta zona sabed que vuestro autobús es el 6 😉 Con él llegaréis a prácticamente todos los puntos de interés turístico de la ciudad. Nosotros en Londres optamos por el autobús. El metro no está bien adaptado al carro y además nos gusta menos con los peques. En el autobús van viendo todo, además, el hecho de que tenga dos plantas es un extra 🙂 Podéis sacar la tarjeta de transporte Oyster pero no es necesario. Dentro de los autobuses podéis pagar con contactless (tarjeta o el propio móvil). Eso sí, es importante que tengáis en cuenta que hace falta una tarjeta por cada billete. Los niños menores de 11 años viajan gratis en la red de transporte público de Londres siempre y cuando vayan acompañados de un adulto.

El primer día en Londres fuimos caminado hasta Notting Hill. Desde el apartamento es un paseo agradable, además es una zona muy bonita. Paseamos por Portobello Road, vimos las casas de colores… Recordad que el día de mercado es el sábado, pero si no os pilla en la ciudad os recomiendo ir igualmente, siempre hay tiendas que sacan sus puestos en la calle y es un ambiente muy chulo. Aunque nos habíamos llevado de España algunas cosas para desayunar el primer día, después del paseo teníamos hambre y encontramos Pepperon cafe, una cafetería con mucho encanto en la que hacen english breakfast buenísimos (y un delicioso gofre con chocolate y plátano!).
Paddington fue nuestra siguiente parada. En los viajes nosotros caminamos mucho, sentimos que forma parte de la esencia de las ciudades perderse por sus calles, además, llevamos el carro para que los peques no se cansen tanto. En este viaje Marta ha andado igual que nosotros, toda una campeona. Llegamos a la estación de Paddington y entramos a ver al famoso osito. No hace falta tener ningún billete ni pagar nada para pasar al andén. Hay una estatua del oso con su placa y un banco con ilustraciones del cuento, es muy curioso de ver. Desde la puerta de la estación de Paddington cogimos un bus que nos dejó en Oxford Street. Llegamos caminando a Picadilly, a tiempo para el desfile de año nuevo, paseamos por Chinatown y paramos a comer en uno de los restaurantes asiáticos. Siempre os cuento que me parecen una opción ideal si vais con niños para comer «en el centro» sin dejarte el bolsillo. A ellos les encanta el arroz en todas sus versiones, los noodles… Después de comer nuestro destino era la tienda de juguetes más espectacular: Hamleys. Así que nos dirigimos a Regent Street. Sin duda esta es mi calle favorita de Londres en Navidad, con esos angelitos de luces preciosos. De Hamleys os diré que son varias plantas con infinidad de juguetes y lo chulo es que hay juegos de prueba, con los que los peques pueden interactuar. Emocionante a la par que estresante ;). Desde Hamleys paseamos con Carnaby Street hasta el Soho para merendar y de ahi, cogimos el bus de vuelta a casa (con parada para comprar la cena).











El segundo día arrancó en Buckingham Palace viendo el cambio de guardia de las 11:00, de ahí nos fuimos directos a su parque favorito: St James Park para tomar un café mientras corrían detrás de las ardillas y les daban pan a los patos en el lago. Desde allí nos fuimos a ver el Big Ben, que hacía muchísimos años que estaba en rehabilitación y, la verdad, es que ha quedado precioso. Paseando llegamos hasta el London Eye y el mercado navideño (con tiovivo incluido) que tiene a sus pies (queens Walk). Nos atrevimos a ir paseando desde ahí hasta el Puente de la Torre, es un paseo de unos 40 minutos pero, bajo mi punto de vista, merece la pena, porque vas bordeando el río y puedes ver hasta el muelle y la pequeña playa de Londres (Thames Beach). Paramos a comer a mitad de camino en The Real Greek, una cadena de restaurantes de comida griega que ya hemos probado otras veces y nos gusta mucho y continuamos hasta el puente de la Torre. Al ser navidad, también encontramos allí un pequeño mercado navideño en el que compramos una especie de donuts (con mucho azúcar ;)) muy ricos y volvimos paseando hasta el London Eye y queens walk para subir en el tiovivo. Invertimos el paseo de la mañana hasta coger el bus de nuevo en Oxford Street y volver a casa.










El último día daban todo el día nublado y con lluvia así que optamos por ir al Natural History Museum. La entrada es gratuita pero hay que sacar tickets aqui. No sé si es requisito indispensable para entrar (a nosotros nos los miraron por encima) pero os dejo el enlace. Después de toda la mañana viendo los dinosaurios comimos en un pequeño puesto de South Kensignton y cogimos el bus para ir a Covent Garden, pasamos por la calle de Harrods (estaba impresionante con la iluminación navideña) y llegamos a nuestro destino. Entramos a algunas de nuestras tiendas favoritas (la de los Moomin me chifla), compramos las galletas de Bens Cookies y dimos un paseo por los alrededores. Volvimos paseando hasta Oxford Street para ver por última vez las luces de navidad y cogimos el bus de vuelta a casa.

Como nuestro avión salía bastante temprano repetimos con el servicio de recogida de coche para no ir tan justos de tiempo.
Y ese ha sido nuestro viaje! Hemos repetido algunas de las cosas más turísticas, hemos descubierto nuevas, hemos pasado mucho rato jugando y hemos adaptado los planes a sus gustos. Pero espero que os haya gustado y que os sirva si vais a viajar a Londres con niños.