Hace un año

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Con la llegada del frío me ha dado por pensar cómo estábamos hace un año. Madre mía, el tiempo vuela pero de verdad. Nos encontrábamos preparando nuestro primer viaje siendo tres, una pequeña ruta por la Toscana que podéis recordar en este post. Fue el primero de muchos viajes que vendrían (Toulouse, Cracovia) pero sin duda fue muy especial. Volvimos a esa casa maravillosa un año después, esta vez con Marta, nos reencontramos con nuestros amigos (os echamos de menos!) y descubrimos lo increíble que es viajar con ella. Estábamos a las puertas de la Navidad, con muchas emociones a flor de piel, por estrenarnos en una época tan mágica con ella. Pero también llegaron los miedos y las dudas, a pocas semanas de incorporarme al trabajo, cuando Marta no había cumplido los 6 meses, con indecisiones y angustia. Por eso me apetecía escribir este post.

Porque el año pasado por estas fechas pensaba que no podría separarme de ella, que era imposible volver a nuestras “rutinas” sin pasar las 24 horas pegadas. Pensaba que se moriría de hambre porque no había manera de darle un biberón, creía que no soportaríamos la separación, me planteaba coger una excedencia porque me sentía mala madre por volver a trabajar, veía imposible que el pecho se regulara para poder seguir manteniendo la lactancia después de trabajar, creía que sin ayuda nos costaría mucho sobrevivir a los tres solos en una ciudad que no era la nuestra, veía difícil poder seguir haciendo planes, como siempre, con algo tan pequeño a nuestro lado…. JA! Y mil veces JA! Lo conseguimos, todo eso y más. Por eso quería contaros, a todas las mamás que me escribís, o que me habéis preguntado en algún momento, y tenéis bebés pequeños y vais a empezar a trabajar… Que se puede, que todo es posible, que ellos se adaptan (y vosotras también) que no dejéis que NADIE os haga sentiros mala madre/ padre por volver a trabajar. No todo el mundo tiene la opción (o quiere) de dejar el trabajo y no por ello lo estás haciendo peor que alguien que opta por hacerlo. Estoy harta de ver comentarios en redes (sobre todo en Instagram) de mamás orgullosas de haber tomado la decisión de no volver a trabajar por cuidar a sus bebés. Así tiene que ser, que te sientas orgullosa de la decisión que tomes, pero sin transmitir que es la mejor decisión por excelencia. Porque no lo es, la mejor decisión es la que TÚ tomes para tu familia.

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Yo empecé a trabajar antes de que Marta cumpliera los 6 meses, me sacaba leche cada día y la llevaba a la guarde, no tomó biberón pero las educadoras se apañaban para ponerle un poquito de cereales y dársela con cuchara (señores, no pasa nada si la lactancia no es EXCLUSIVA hasta los 6 meses 180 días con sus minutos y segundos) porque hay casos en los que es necesario adelantar algún alimento más. ¿Es lo ideal? Sí. ¿Pasa algo si a los 5 meses y medio los peques toman un poco de cereales o prueban alguna fruta? Mi opinión es que NO. (Aquí como siempre, para darnos la opción de cumplir lo que recomienda la OMS deberían alargar la baja por maternidad, y todos contentos). Yo quise (y recalco, quise, porque fue mi decisión y estaba determinada a hacerlo) continuar con la lactancia materna (aunque me recomendaron introducir la leche artificial poco a poco) y aunque fue duro tener que sacarme leche todos los días en el trabajo (sin sala de lactancia) lo hice, y lo conseguí. Y estuve repitiéndolo hasta que introducimos las verduras a Marta, con 7 meses y empezó a comer sus purés a medio día (luego pollo, etc.). Porque sí, os lo fui contando en los posts de BLW, me habría encantado seguir este método “a rajatabla” pero no fue posible, en la guarde comía triturados y decidimos hacerlo mixto. Y no nos fue tan mal 😉 casi un año después Marta come estupendamente.

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 La separación es dura y dolorosa, no os voy a engañar, pero se puede, porque en la escuela infantil se lo pasan estupendamente, porque volver al trabajo, si te gusta lo que haces, es muy reconfortante. Porque 24 horas pegadas también es complicado (seguro que alguien me tachará de malamadre por decir esto) pero resulta verdaderamente agotador y pienso que para disfrutar del tiempo juntas de calidad, también es necesario echarse (un poquito) de menos, porque los reencuentros luego son maravillosos, y ver cómo avanza, lo “que trabajan” en el cole, sus manualidades… Hace que se te caiga la baba! Si estáis en una ciudad “que no es la vuestra” (sin familiares cerca…) también sobreviviréis! ¿Seguro? ¡Por supuesto! Crear el núcleo familiar siendo 3 (bueno, o los que seáis en casa) también es muy importante, nadie te juzga, no hay opiniones alrededor, os dejaréis llevar por vuestro instinto y eso también es MUY bonito.

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Si estás convencida, podrás continuar con la lactancia hasta que tú y tu peque así lo deseéis. Eso es así, el cuerpo humano es MUY sabio y se adapta a las necesidades y situaciones de cada momento. Poco a poco dejarás de tener subidas a lo largo del día para que esto ocurra sólo cuando estás con tu bebé. A las puertas de los 15 meses nosotras seguimos con LM por las noches, y ese ratito es sólo nuestro. Se te hará un mundo, pero relativiza y confía en ti 🙂

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En fin, que echando la vista atrás, hace un año pensaba muchas cosas que ahora sé que hemos superado con creces, hemos aprendido mucho y nos hemos hecho mucho más fuertes. Ánimo a las que estéis a punto de empezar esta nueva etapa, la de volver a trabajar. Podréis con eso y más.

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Un comentario en “Hace un año

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