¿Alguna vez has conocido a alguien que te transmite paz?, aunque no sepas cómo explicarlo, estás al lado de esa persona y, de repente, todo lo demás no importa. Te relajas, te relaja. Tu mundo, tu mente, tus pensamientos se concentran en ella.. A mí me pasa con Sofia desde el primer momento en que la vi. Es la hija de una de mis mejores amigas, ¡mi primera sobrina! Comencé a quererla desde que supe que iba a llegar, fue un embarazo muy emocionante, entre proyectos, ilusiones, miles de fotos y ganas en aumento de ver su carita… Ya sabía lo que iba a pasar. En cuanto me la pusieron en brazos, con tan solo una semana, me enamoré y empecé a sentirlo. Me ablandó, me sentí débil y a la vez fuerte a su lado. Habíamos forjado algo para siempre, que perduraría en el tiempo y la distancia.
No sé cuándo podré volver a abrazarla porque se marcha con su mamá a Chile. Allí formarán un hogar, crecerá, será feliz y tendrá una familia maravillosa. Las voy a echar mucho de menos, Pero ya lo dice el maestro Alejandro Sanz: «No hay distancia que esté lejos». ¡Gracias Sofia por aparecer en mi vida!
Es increible no quererla. Estoy segura de que la verás antes de lo que piensas, y solo por el reencuentro la espera habrá merecido la pena..
Que bonita está esta nena! Ahora tocará ahorrar mucho e ir a verle crecidita para que te renueve esa paz que siempre te dará!
Un Besito enorme amiga erasmus!
Gemito! me has hecho llorar….muy bonito!