Sé que muchas esperábais este post y yo tenía muchas ganas de sentarme a contaros qué vimos en nuestro viaje por los Cotswolds.
He recibido un montón de mensajes en Instagram diciéndome que no conocíais esta zona y que os ha enamorado verla a través de la pantalla. Yo hace aproximadamente cuatro años que soñaba con estar allí, con visitar la campiña inglesa y perderme por esos pueblecitos de cuento. Para poneros en antecedentes os diré que los Cotswolds están en la zona sudoeste y oeste de Inglaterra, en el triángulo que forman Bristol, Oxford y Birmingham. Son muchos los pueblos que están en estas colinas pero nosotros visitamos solamente los que están más al sur, porque teníamos poquitos días. Muchos de estos pueblos se ven en un ratito porque son muy pequeños, pero merecen muchísimo la pena. Nosotros volamos hasta Bristol y en el mismo aeropuerto recogimos el coche de alquiler para poder movernos con libertad. En el próximo post os dejaré detallado lo que nos gastamos en el viaje.
Volamos el jueves por la mañana, sobre las 12 ya estábamos en Bristol y nos fuimos a dejar las maletas a nuestra preciosa casita inglesa. También me habéis preguntado mucho por este alojamiento que os dejo enlazado AQUÍ (recordad que si lo reserváis desde AQUÍ tenéis 25€ de descuento). Fue una maravilla poder alojarnos en una casa que recuerda 100% a la de la película The Holiday de Cameron Diaz y Kate Winslet (que se grabó en los Cotswolds). Little Fosse Farm es una granja regentada por Jane, un encanto de mujer, y nosotros teníamos una habitación privada y baño y cada mañana nos preparaba un super english breakfast. Sé que a muchas os da reparo viajar a B&B cuando viven allí los dueños pero a nosotros nos parece una experiencia muy enriquecedora, os contaré más de esto en otro post.
Comimos en Salutation Inn, un pub típico inglés muy cerquita de la casa y fuimos al pequeño pero precioso pueblo de Castle Combe. Os lo contaba en Instagram pero es que es la realidad, había soñado tantas veces con este pueblo y había visto tantas fotos de su puente, que era como si ya hubieses estado allí antes. Os recomiendo cruzar la iglesia al lado del cementerio y llegar al otro lado, seguir paseando hasta los jardines del hotel Manor House (es impresionante), los peques se lo pasaron bomba jugando en el césped, que tiene un velador, con el hotel de fondo. Otro de los atractivos de Castle Combe (y de algunos de los pueblos de los Cotswolds) es la costumbre de algunos residentes de vender productos de repostería en la puerta de las casas, pero sin estar ellos! Los dejan en unos expositores para que la gente “se sirva” y deje el dinero en el buzón. Os dejo unas fotos y os sigo contando.
Qué ver en Castle Combe:
Hotel The Manor House
Pub the white hart: 5 siglos de historia
Plaza del mercado
Iglesia St Andrew
Puestos de comida en las puertas de las casitas
Por la noche cenamos en The Garden, un precioso restaurante en Chippenham.
El viernes tocaba visitar los distintos pueblos del sur de los Cotswolds, después de nuestro super desayuno inglés pusimos rumbo a Lacock, creo que podría decir que fue mi favorito. Un pueblo pequeñito pero perfecto para perderse entre sus callejuelas, comprar unos pasteles y un café en su Bakery, ver a los niños en el recreo del colegio (qué maravilla de escuela) y visitar la Abadía. Para entrar a la Abadía hay que pagar, pero merece la pena. Dentro se grabaron muchas de las escenas de Harry Potter: Los pasillos de Hogwarts y algunas de las clases. Además hay un museo de fotografía.
Qué ver en Lacock:
Abadia de Harry Potter
Cabina roja
Lacock bakery
St Cyriac’s Church
Tienda de regalos watling
Después de visitar la Abbey nos fuimos a Tetbury. Un pueblo un poco más grande que los anteriores con un precioso edificio del mercado en la plaza y con un montón de preciosas tiendas en el centro. Comimos en Ormond y dimos un paseo por sus callejuelas.
Qué ver en Tetbury:
Comida en restaurante Ornord y Cafe en Cafe 53
Tienda Highgrove de libros
Domestic science
Tienda westwood house (antigüedades)
Edificio del Mercado
La siguiente parada fue Bibury, el pueblo que tiene la calle más bonita de Inglaterra. De hecho, poco más tiene que su famosa Arlington Row, pero merece la pena llegar hasta allí solo por cruzarla, junto al río Coln. Un grupo de casas del siglo XVI y color miel hacen de Bibury un enclave de novela.
Qué ver en Bibury:
Paseo a orillas del rio Coln
Las casas que hay al otro lado del río
Cruzar Arlington Row
Cuando subimos al coche los peques se durmieron, pero todavía era pronto asi que decidimos pasar por Cirencenser, que lo teníamos de camino. Este pueblo es bastante más grande que el resto pero nos gustó mucho. Sobre todo sus fachadas de colores al lado de Iglesia de St. John y su mercado de comida y artesanía.
Cirencester fue la segunda ciudad romana más grande de Gran Bretaña. Tomamos un café en 222, entramos a un Poundland y nos fuimos a cenar de nuevo a Chippenham.
Qué ver en Cirencester:
Iglesia St John
Fachadas de colores
Mercado artesanal
El sábado teníamos muchas ganas de ir al Stonehenge. Yo había estado hace bastantes años pero a Erico no y hacía un día super soleado (he de decir que tuvimos mucha suerte con el tiempo). Asi que fuimos hasta el monumento megalítico más famoso del mundo. Dejamos el coche en el aparcamiento y fuimos al área de visitantes a sacar las entradas. Puedes ir hasta él en bus o dando un paseo. Nosotros fuimos andando y a mitad de camino nos arrepentimos porque no llevábamos el carro! Fue toda una aventura pero luego lo recordábamos como una anécdota más, además la zona es preciosa para caminar (la vuelta la hicimos en bus). Erico alquiló una audioguía 🙂 Nos pareció un sitio envuelto por misterio e intriga al que hay que ir, al menos, una vez en la vida.
Al terminar la visita pusimos rumbo a Bath y llegamos a la hora de comer. Os recomiendo The Real Pizza, brutal! Después cruzamos el Pulteney Bridge, uno de los 5 puentes habitados del mundo, situado sobre el río Avon, paseamos por el centro y por la abadía, llegamos a The Cirus Place y al Royal Crescent, un edificio de viviendas de forma circular que te deja con la boca abierta. Merendamos una rica galleta en Ben’s cookies y descubrimos que Bath se ha convertido en una de nuestras ciudades favoritas. No entramos a las termas romanas porque preferimos recorrer la ciudad, pero lo tenemos pendiente!
Esa noche cenamos en casa, porque a partir de las 20h00 ya no nos daban cena en ningún pub (estos ingleses…).
Qué ver en Bath:
Pulteney Bridge
Abbey
Termas Romanas
Comida en The Real Pizza
Galletas Bens Cookies
The circurs
Royal Crescent
El domingo el plan era visitar un poquito Bristol antes de coger el avión, pero el día amaneció con un tremendo temporal y abortamos misión, nos fuimos prontito al aeropuerto.
Ese ha sido nuestro maravilloso viaje a una zona del Reino Unido que parece haberse quedado anclada en el tiempo. Leí en algún sitio que quizá sea por esa maravillosa costumbre que tiene Inglaterra de envejecer con dignidad… Espero que os haya gustado!
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2 comentarios en “Qué ver en los Cotswolds”