No es no, en la educación y en la vida

Processed with VSCO with c1 preset

El otro día me planteaba si con algunos nuevos métodos de crianza no se dejan algo esencial en la educación: El manejo de la frustración. Saber vivirla, saber gestionarla, en definitiva,  saber comprender que no todo se puede tener y que hay muchas veces en las que NO es NO. Esto me parece fundamental para enfrentarte a la vida de manera responsable y, por supuesto, más libre. Defiendo el diálogo y la educación positiva pero, hay veces en las que no hay vuelta atrás, ni consultas, ni indecisiones: NO es NO.

Y os preguntaréis el porqué de estas reflexiones ahora. Todo vino porque, el otro dia, Marta salió de la Escuela Infantil con la marca de un mordisco en el brazo. Me lo dijo Erico en cuanto llegué de trabajar. Por la noche, le pregunté a ella qué había pasado y mi hija, que es una cotorra, en su idioma me lo contó. Me dijo el nombre de la niña que le había mordido, me explicó con gestos que ella le había dicho que no y cuando le pregunté si había llorado, me hizo un puchero y me confesó que sí. Os podéis imaginar que casi se me cae el alma a los pies con tales explicaciones de un bebé de poco más de año y medio con una lengua de trapo.

Obviamente los niños son niños, a algunos les da por morder, a otros por lanzar cosas y a otros por tener la mano un poco suelta, eso es así y, probablemente, los padres de esa niña estén trabajando en quitarle esa manía. De hecho, estuve hablando con la educadora de Marta y me comentó que en la clase, en general, están tod@s en una etapa bastante complicada, de pegar, estirar del pelo, empujar o morder. Entiendo que cada pequeñ@ tiene unos niveles de agresividad no controlada, que les sale de forma instintiva. Pero eso se puede -y debe- trabajar . Y es misión de los padres -y educadores-. Me consta que hay muchos papás y mamás que pasan del tema o, no se muestran tan tajantes como -yo creo- que deberían. Lo veo en el parque, en los cumpleaños infantiles y en niños que tenemos cerca. Papás y mamás que miran hacia otro lado cuando su peque tira del pelo o pega a otro peque. En otras ocasiones, intentan hablar con él/ ella y pasan una hora preguntando por qué lo han hecho, cuando el/la niñ@ ya está a otra cosa mariposa. Para mí, en esas actitudes no hay diálogo: No es no. No se pega, no se muerde, no se trata mal a la gente. No le pregunto a Marta por qué lo hace (es cierto que no es una niña que -fuera del cole, porque parece que es la escuela están todos alborotados- suela pegar y nunca la he visto morder a nadie, pero alguna vez sí la he visto con una mala actitud o un mal gesto), sencillamente le digo que NO SE PUEDE HACER y me muestro enfadada. Ella entiende perfectamente que mamá se ha enfadado, que lo que ha hecho no es lo correcto. El otro día leía en un artículo de El País -que podéis leer aquí-: «Consultarles y tenerlas en cuenta, vale. Pero elegir… a veces sí; y otras, te comes la verdura porque es lo que hay» hablando de lo que, en el artículo denominaban «hiperniños».

Yo no hablo de comerse la verdura, que es un ejemplo, hablo de actitudes mucho más graves de civismo, que se pueden corregir desde pequeños si los padres lo trabajan. No sé si mañana a Marta le dará por morder o por empujar a otros niños, lo que sí sé es que la primera vez que lo vea le diré que no, que eso no se hace, sin rodeos y con decisión. Una de las lecciones más importantes que hay que llevar aprendidas desde pequeños es que, con actitudes violentas, NO siempre es NO.

Processed with VSCO with c1 presetProcessed with VSCO with c1 preset

2 comentarios en “No es no, en la educación y en la vida

Responder a Encarna rodriguez martinezCancelar respuesta