Septiembre siempre me ha parecido más enero que el propio enero. Un mes donde todo empieza, donde todo cambia, donde todo está por escribir. El mes de los reencuentros, de los nuevos propósitos, del olor a libros nuevos y a agendas sin estrenar. Un mes de expectativas, de primeras veces, de calendarios sin marcas de rotulador y nuevos proyectos. Siempre me ha gustado septiembre, con los buenos momentos de las vacaciones pegados en las sábanas y la ilusión de empezar una nueva etapa con energías renovadas. Y mis vacaciones han sido inolvidables…
He disfrutado de mi familia, mucho, de mi pueblo, de las fiestas, de los viejos amigos, de nuevos destinos, de comidas de camping y noches mirando al mar. De sufrimientos compartidos -que duelen menos- y risas multiplicadas -que saben mejor-. Hemos adelantado preparativos de la boda y nos hemos querido más que nunca. He escuchado historias de mi yaya, que me se me han grabado dentro, mientras preparábamos juntas la cena.. He compartido con mi hermana un trocito de mi Madrid y he soplado las velas de un 40 cumpleaños muy especial… He abrazado a Ramón deseando que se parase el tiempo y mi tiempo se ha parado con sus primeras carcajadas… A ella le he recordado lo mucho que nos queremos (aunque hay cosas que no se olvidan…).
Capturar los momentos, no en la memoria sino en el alma, para que nunca se borren, ser uno mismo, imperfecto y real, no dejar nunca que todos los sueños se cumplan porque entonces, ya nada tendría sentido.
Comienzo septiembre sabiendo que aún queda verano, y luego vendrá el otoño… Que hay muchas cosas por hacer y mucho en lo que mejorar.. Pero, por suerte, es un mes donde todo empieza, todo cambia… Y todo esta por escribir.
Me ha encantado tu entrada, tus fotos y tu texto. Estoy muy de acuerdo contigo, septiembre es un mes especial by aquí es cuándo llega el sol y voy a tener algunos cambios que espero sean apra mejor. Un besazo y a por todas
Seguro que son para mejor Cris, mil besos y feliz mes especial!
» Septiembre siempre me ha parecido más enero que el propio enero. Un mes donde todo empieza, donde todo cambia, donde todo está por escribir. El mes de los reencuentros, de los nuevos propósitos, del olor a libros nuevos y a agendas sin estrenar. Un mes de expectativas, de primeras veces, de calendarios sin marcas de rotulador y nuevos proyectos. Siempre me ha gustado septiembre, con los buenos momentos de las vacaciones pegados en las sábanas y la ilusión de empezar una nueva etapa con energías renovadas»
No hay mejor parrafito que describa como me siento, a por todas :))
Muchisimas gracias Paula, me emociona que te sientas identificada!! Feliz nuevo año!!